¿PORQUE ESTUDIAR FILOSOFIA EN TIEMPOS ACTUALES?

04.10.2021 09:17

¿POR QUÉ ESTUDIAR FILOSOFÍA EN TIEMPOS ACTUALES?

"Las raíces de la educación son amargas pero la fruta es dulce"

El adquirir aprendizaje podrá ser de empeño y tenacidad, pero también encontrarás grandes recompensas después de dedicar tu tiempo al estudio y la observación permanente en aquello que te atañe. Aristóteles

 

La filosofía  estudia el planteamiento histórico de los razonamientos teóricos y reflexiones que fundamentan principalmente las acciones humanas, considerando tanto sus pensamientos como conocimientos.

Para ello, necesitarás capacidad de análisis, curiosidad científica, espíritu crítico y argumentativo. Especialmente para pretender dar explicaciones sólidas y bien argumentadas a grandes preguntas y dilemas del ser humano.

En este sentido, estas son algunas razones para estudiar Filosofía:

Es apto para mentes curiosas

La filosofía es la carrera formativa por excelencia para las personas curiosas, interesadas en las grandes preguntas sobre la vida y sobre la existencia. ¿Para qué vivimos? ¿Qué podemos saber? ¿Qué existe y qué no? ¿Cómo debemos comportarnos para ser buenos?, son algunas de las grandes preguntas que las mentes curiosas intentan resolver.

Permite desarrollar críticas constructivas

Plantea críticas a las dinámicas entre las relaciones que existen del hombre y el comercio. Además, el mundo se mueve cada vez más por las lógicas que impone el mercado, y por eso es bueno mantener una perspectiva distanciada.

Puede aplicarse a la propia vida

Las preguntas que se plantean desde la filosofía tienen implicaciones personales. Abordando principalmente cómo se puede actuar correctamente y qué tipo de conductas hay que evitar.

Nos ayuda reinterpretar el mundo

La filosofía no es exactamente una forma de terapia, pero sí permite llegar a reflexiones estimulantes sobre las propias vivencias y la relación con el mundo.

La filosofía en las aulas puede convertirse en algo más que estudiar una larga lista de pensadores y sus diferentes teorías. Puede ser el espacio en el que los alumnos formen debates y se planteen dudas y conflictos que deban resolver tras una reflexión individual y, posteriormente, conjunta. O, mejor aún, llegar a ser una materia transversal que se utilice en las diferentes asignaturas.

 

Las virtudes de este tipo de actividades son innegables: permiten desarrollar la capacidad de criticar, de dialogar, de llegar a consensos. Cuestionar siempre lo que se da por hecho favorece el pensamiento crítico y es el camino para llegar a otras formas de ver el mundo. Es una forma diferente de fomentar la creatividad, que el alumno utiliza para idear nuevas maneras de entender la realidad y de encontrar soluciones a los conflictos morales y éticos.

La filosofía por excelencia es para las personas curiosas, interesadas en las grandes preguntas sobre la vida y sobre la existencia. Por ejemplo: ¿para qué vivimos? ¿Qué podemos saber? ¿Qué existe y qué no? ¿Cómo debemos comportarnos para ser buenos?

En la práctica, la cantidad de preguntas de este tipo que los filósofos pueden llegar a plantearse es infinita y, aunque normalmente no lleguen a conclusiones que satisfagan totalmente su curiosidad inicial, el hambre de saber más y más las lleva a ordenar sus ideas de un modo cada vez más sofisticado.

La filosofía no sólo se aprende, se practica

Para conseguir desarrollar todas estas ventajas recién enumeradas, deberemos dejar de lado en ocasiones la filosofía académica y centrarnos en el propio procedimiento del filosofar. La clave está en cambiar la metodología, haciendo hincapié en los procesos en sí mismos para que los estudiantes aprendan qué es la filosofía mediante la práctica.

Puede parecer que hoy, cuando la ciencia ocupa la primacía en el conocimiento, la filosofía es algo superado; pero la filosofía toca lo esencial del ser humano y está constantemente actualizándose; la filosofía desarrolla el pensamiento crítico, reflexivo, analítico, con una visión ética y orientación moral que proporciona recursos para vivir mejor a título individual; pero también sirve para reunificar el conocimiento, porque el saber está cada vez más parcelado y especializado y la filosofía, por su carácter multidisciplinar, es como la madre de todas las ciencias, es la que aporta conceptos para fomentar el diálogo y los vínculos entre el arte, la religión, la biología, la tecnología, etcétera”,

Javier Echegoyen Olleta, profesor de Filosofía de la UNED, asegura que la filosofía tiene mucho que decir sobre la ecología, los derechos humanos, los derechos de los animales, los riesgos de la ingeniería genética, la interculturalidad, el sistema productivo o nuevas formas de participación ciudadana. Pero su contribución tampoco acaba ahí. Jorge Úbeda, que fue director académico de la Escuela de Filosofía de Madrid y ahora dirige la Fundación Pro-maestro, considera que hay tres grandes aportaciones que hacen que la filosofía tenga sentido en cualquier momento y pueda interesar a cualquier edad. “En primer lugar, sirve para entender fenómenos de la vida social, política y económica para los que las ciencias no tienen una respuesta clara; en segundo lugar, permite tomar distancia de la realidad para someterla a examen, a crítica, y pensar qué puede hacer uno, cómo puede ejercer su libertad y responsabilidad; y, por último, la filosofía nos enseña a hablar de otra manera, de forma racional y argumentada, a escuchar los argumentos del otro y a estar dispuestos a modificar el propio punto de vista si fuera necesario”.

Hay tres momentos del pensamiento filosófico que acostumbran a concentrar el interés: “De la filosofía griega interesa sobre todo la figura de Sócrates -sus diálogos sobre la democracia ateniense y cómo organizarse mejor políticamente-, el relativismo, los sofistas y Platón, porque nos proyectamos en esa época; pero también el hedonismo y el escepticismo; un segundo gran centro de interés es la Ilustración, porque es el inicio del estado moderno, del progreso de la humanidad y el momento en que surgen las ideas que han regido el mundo hasta hoy; y, por último, interesa la postmodernidad, el relativismo y el pensamiento débil”.

¿Para qué estudiar filosofía?

Para aprender a leer en el Libro de la Vida y aprender las leyes que la rigen. Para sumergirnos en el misterio del alma humana, entender o, si no, intuir por qué estamos aquí, de dónde venimos, hacia dónde vamos. Para conocernos a nosotros mismos y no ser esclavos de nuestros miedos y deseos o de los miedos y deseos de otros. Para penetrar en el alma de todo quehacer humano, pues la filosofía, en el sentido verdadero del término, es el alma de la ciencia y su búsqueda de la verdad; el alma de la política y su necesidad de gobernar los asuntos humanos con justicia; el alma de la religión y su anhelo de llegar a la fuente del amor y al Bien último; el alma del arte y su plasmación de la belleza.

 Para despertar y llevar a la perfección las cualidades internas del alma humana: el sentido de ecuanimidad, la comprensión profunda, el sentido de medida, la imperiosa fuerza de la voluntad, el poder de adaptación del alma humana a los nuevos desafíos, la magia de la renovación sin pérdida de valores esenciales, la estabilidad en medio de las tormentas de la vida, la capacidad de ser objetivos en medio de las corrientes psíquicas de las modas y opiniones colectivas, la belleza de la autenticidad sin máscaras...

Para iluminar el recto conocimiento, para ver la vida desde el ojo de la razón y del alma, y no desde la dimensión de las pasiones ni la de las sensaciones. Para saber que la muerte no existe y que la vida exige una continua capacidad de amar y de dación. Para estudiar la química de la vida y la química del alma. Y, lo más importante de todo, para descubrir, ¡como vivencia sagrada!, que toda la Humanidad es, verdaderamente, una gran familia, y que por lo tanto el estado natural del alma humana es la fraternidad, la amistad pura sin intereses mezquinos que la adulteren.

Las diferentes formas de filosofar con los estudiantes deben variar según su edad y sus intereses, por lo que es conveniente adaptarlo al grupo con el que se trabaje. A continuación, te damos unas cuantas ideas, por si no sabes bien por dónde empezar esta aventura:

  • Una buena forma de comenzar, sobre todo con los alumnos, es  mediante obras de arte. Se trata de que  a partir de determinados cuadros e imágenes, reflexionar sobre lo que vemos y sobre lo que eso nos transmite. Un efectivo método para que los estudiantes desarrollen su imaginación y aprendan a describir sus ideas y pensamientos.
  • Otra interesante técnica, es proponer un listado de conceptos abstractos o conflictos éticos (la familia, la justicia, el dinero…) como inspiración para una pequeña redacción individual. 
  • Si además se pretende fomentar el debate y la participación en grupo, en lugar de redacciones individuales puede ser muy productivo plantear la elaboración de murales conjuntos sobre esos temas. La complejidad de los diferentes asuntos requerirá una reflexión grupal previa y la llegada a un consenso para elaborar un trabajo que refleje las opiniones de todos los componentes.
  • El método más clásico, pero no por ello menos eficaz, es la creación de debates en clase. Para dar pie a las opiniones, podemos leer un relato en el que se plantee algún tipo de conflicto, o lanzar diversas preguntas al aire. Con esta práctica, además de enseñar a filosofar, se enseña el respeto al compañero, a conversar escuchando a los demás, y a llegar a decisiones conjuntas alcanzando un punto medio. Es conveniente responsabilizar a los estudiantes del buen funcionamiento del debate, mediante papeles rotatorios como un secretario que vaya escribiendo todas las ideas surgidas que se leerán al final a modo de conclusión, o una persona que vaya anotando los turnos de palabra para facilitar que todos escuchen a todos.

 

 

Referencias

Aristóteles. (1998). Ética Nicomáquea-Ética Eudemia. Traducción de Julio Pallí Bonet.. Madrid: Editorial Gredos.

Aristóteles. (1970). Metafísica. Edición Trilingüe. Traducción de Valentín García Yebra. Madrid: Editorial Gredos. 

https://blog.tiching.com/ensenar-pensar-filosofia-en-las-aulas/

https://www.lavanguardia.com/vida/20151023/54437404573/filosofia.html

https://psicologiaymente.com/psicologia/por-que-estudiar-filosofia

https://www.revistaesfinge.com/filosofia/item/1157-por-que-estudiamos-filosofia